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Partamos de la base que en 1492, Colón llega al nuevo mundo y a partir de entonces, aparte de muchísimas otras cosas que no quiero que parezca que estoy disminuyendo la importancia, pero me voy a centrar en la economía, aparece un nuevo mercado. Un nuevo mercado, nuevos productos y sobre todo aparecen minas, minas de oro y plata. En un momento en el que en Europa hay una escasez enorme de metales preciosos y teníamos un sistema monetario metálico de pleno contenido. Con lo cual, si no hay oro y plata, la economía monetaria era muy complicada. Hay una cosa que parece que no tiene que ver, pero sí, la Edad Media en España es muy peculiar respecto al resto de Europa, porque nosotros teníamos España musulmana y España cristiana. De hecho, no existía España como tal. Existían determinados reinos y territorios, pero no existía ese espíritu nacional que viene mucho después. Pero había una parte musulmana y una parte cristiana. En la parte musulmana traían oro de Sudán y sí existía una economía monetaria mucho más fluida. En la parte cristiana, nada, porque estamos enlazados con el occidente, con Europa, y había una gran escasez de metales. Y de repente llegan allí y se encuentran que hay minas. Y entonces se lo traen a España, pero se traen eso como se traen el cacao y como se traen la patata y otras cosas, ¿no? en aquellos momentos el oro y la plata era lo más. Hoy iba a decir si te encuentras una veta de petróleo, pero está tan mal visto, pero bueno, imagínate. Descubrimos que tenemos tierras raras a lo bestia o, no sé, en una de las celebraciones de que ha ganado el Madrid, damos un salto en las cibeles y hace bum y aparece un pozo de petróleo. Cambiaría mucho las cosas, ¿no? Cambiaría nuestras importaciones, nuestras exportaciones, el valor de la propia marca país, o sea, cambiarían muchas cosas. Pues eso es lo que pasó. ¿Qué sucede en el siglo XVI? En el siglo XVI, la monarquía, sobre todo en Castilla, lo que se estaba haciendo era traer el oro y gastarlo, primero devolviendo las deudas del monarca. La deuda pública no es un invento nuestro, eran las deudas del soberano. Los soberanos lo que hacían era pagar sus deudas, sobre todo deudas de guerra, Y segundo, gastar. ¿En qué? En tejidos de Flandes, en lujo, básicamente. Entonces, en el siglo XVI en España, en esa época, a la vez que está la escuela de Salamanca, a la vez que está Francisco de Vitoria y sus discípulos, hay una serie de personajes civiles, religiosos, en España, castellanos, que están reclamando el empleo productivo del oro que llega de... Luis de Saravia, etc. Escribían memorias al rey diciéndole por favor invierta en agricultura, invierta en ganadería, tenemos una lana que da gusto verla y competimos con lo que entonces era Inglaterra y se nos está viniendo abajo porque están trayendo tejidos de Flandes en vez de invertir aquí, que es una cosa muy... Muy sorprendente, ¿no? Bueno, en esas circunstancias, ¿qué es lo que sucede? Que en toda Europa, a partir del siglo XII, XIII, está explotando o está cambiando la manera de comerciar. Aparece la letra de cambio, aparecen nuevos tipos de contrato, hay contratos de préstamo, letras de cambio, que es un contrato también, y el cambio de divisas, teniendo en cuenta que si ahora hay múltiples en monedas y tal, múltiples divisas, en aquella época no había control, en el sentido de que tú podías acuñar una moneda, ponerle tu sello, irte al mercado e intentar pagar con ello. Perfectamente lo podías hacer. Era libre emisión de moneda real. Lo que pasa es que los usuarios de la moneda, tanto oferentes como demandantes, confiaban más en una que en otra. ¿Por qué? Porque existía la picaresca de limar las monedas, disminuir la cantidad de metal precioso, etcétera. Con lo cual había grandes ferias, que eran los centros comerciales enormes, donde no solamente iban los consumidores finales, sino también los empresarios, o sea, los ganaderos, agricultores, zapateros, comerciantes, intermediarios, etcétera, y ahí aparecen las antes, pero ya existían las mesas, las taulas, los primeros bancos, por decirlo de alguna manera, donde había personas que se habían especializado en la tenencia de diferentes divisas para facilitar los intercambios. ¿Qué es lo que pasa? Que también en esa época la Iglesia Católica tenía un poder enorme. y tenía que vigilar porque había, o sea, el dicho dar gato por liebre tiene todo el sentido en aquella época, porque como no había instituciones que regularan y había una eclosión de diferentes formas de contrato y de intercambios, etcétera, etcétera, por toda Europa, pues había una preocupación por qué es lo justo, qué es lo injusto, esto está de acuerdo y en armonía con la moral católica o no lo está. ¿Qué pasa? Que las prohibiciones lo que hacían era interferir no solamente el día a día. Lo que estaban haciendo con una visión un poco más macro era aumentar los costes de transacción muchísimo. Muchísimo. Es decir, la prohibición de la usura supuso un retraso enorme o por lo menos un freno enorme en la evolución de un sistema financiero que permitiera y que diera, que albergara todos esos cambios que estaba habiendo en el comercio de mercancías, etc. Y aquí es donde la escuela de Salamanca digamos que despeja ese camino.