Ficha de lectura de "El Islote" (Alessandra Callegari, para la editorial Vértigo)

Ficha de lectura:
Realizada por Alessandra Callegari (para la editorial Vértigo)
El islote
Autor: Joel Serrano
No me detendré en un escueto resumen del tema de la obra sino intentaré describir el tratamiento estético, sus aspectos más acertados o más débiles, si los hay.
La obra en evaluación es una extensa obra en la que más o menos implícitamente se plantea un problema. No dudaría en definir la novela cómo estructural, a saber, a lo que Ramón Buckley se refería afirmando que un procedimiento narrativo (un estilo) desde que es perfecto, es decir, ajustado al tema, deja de ser un procedimiento para convertirse en una visión inédita del hombre y del mundo. Cada solución al problema formal, o sea cada novela, tiene forzosamente que ser irrepetible. ¿Y cuál es el mundo al que el autor se refiere? En el mundo de la ficción se diría que esta novela es un subgénero de la novela de ciencia ficción o sea una novela distópica con unos avatares muy contemporáneos.
Sin embargo, poner etiquetas a veces puede resultar demasiado restringido y hacer que las novelas se agrupen sin distinción de matices. En esta novela lo que pasa ya desde el principio es que no se sabe qué ocurre, qué ocurrirá y cómo tomar lo que se lee. Entonces lo primero es que el lector estipule exitosamente el pacto de ficción con el narrador – y no el autor. De esta manera tendrá que suspender fenomenológicamente el juicio o sea poner el mundo que conoce entre paréntesis para asomarse a otra realidad. Este efecto causará por un lado desfamiliarización pero por otro un sentido de honda verosimilitud, rasgo imprescindible para toda obra de envergadura.
El autor de hecho no crea su anécdota por medio de una descabalada imaginación, sino de un poder evocador de las imágenes-símbolos casi visionario, lo que corresponde a escritos del estilo. Se barrunta con datos probabilísticos lo que puede ocurrir o lo que ya está ocurriendo, pero en forma germinal, en nuestra civilización occidental. Se dirá que ésta es el cuadro de la anécdota.
El autor, además, establece una estructura ordenada y procedural donde, a pesar de la coexistencia de tiempos iguales, pero espacios diferentes, se puede seguir fácilmente un argumento lineal y donde, como novela estructural, se vislumbra la ideología que el autor discretamente quiere llevar adelante.
Para un lector más exigente esta novela tiene antecedentes cultos e incluso puede ser definida como novela alegórica, sin las pretensiones academicistas; un lector más despreocupado, en cambio, puede gozar igualmente de una historia cautivadora, bien escrita y con un argumento sencillo. En esto puede ayudar también el fuerte poder visual que tiene la prosa del autor: escenas y personajes poseen su fuerza locutora y deíctica (en eso funciona la verosimilitud) y destacan nítidamente y tridimensionales; el lector recibe la impresión de estar mirando una película.
La estructura se beneficia de un equilibrio externo -como decía antes- y también de uno interno: secuencias dialógicas, descriptivas y puramente narrativas se balancean perfectamente sin que ninguna prevalga excesivamente ni detenga el ritmo y la acción de la novela. Esto permite que el lector mantenga inalterado su foco en la trama sin bruscas bajas de la tensión narrativa. El autor sin duda escribe desde cierta madurez conceptual y estilística por lo que no son necesarias revisiones adicionales. Mi evaluación del texto es muy positiva.